Antes de nada quiero preguntarte si has sido feliz estando a mi lado, si he conseguido hacerte olvidar tus problemas por un instante y si he conseguido hacer que durante un tiempo tu mayor preocupación fuera con que te iba a sorprender. También quiero preguntarte di aún crees en todas las palabras que me has escrito, ya sea por Twitter, blogger o carta.
Y una vez preguntado esto quiero empezar a hablar. ¿Por dónde? Pues creo que lo mejor es por el principio. Sé que esta semana sin duda es la que peor hemos pasado, la que más hemos discutido y la que indudablemente borraría de la historia. Pero por desgracia ni puedo borrarla, ni puedo cambiarla. Sé que puedo llegar a ser muy pesado y que me niego a tener un mínimo espacio de libertad y sé que eso no es bueno para los dos (para ti por tener que esperar a que te hable y para mí por querer tenerte cerca cada uno de los segundos de mi día.) Y de verdad siento muchísimo de menos ser así, siento no ser capaz de entender que el que no quieras hablar conmigo en ese momento o por cualquier motivo no tiene que significar que te vas a olvidar de mí o que va a ser la última vez que hablemos. Pero me cuesta y trato de evitar esos pensamientos. Soy así de miedica, de inseguro y de gilipollas (para que negarlo). Se me hace muy duro el no tenerte cerca, el no vivir bajo el mismo techo y no poder susurrar lo primero que de nos cruce por la mente. Y siento que el estar lejos de ti me hace entrar en un bucle de inseguridad y de miedo, una espiral de la que me cuesta salir por mucho que lo intente.
Sé de sobra que eres lo mejor que me ha pasado en la vida, que tú me haces feliz y que a pesar de todos los altibajos que tenemos estamos hechos para estar juntos. Y es lo que me jode, que la distancia esté dificultando muchísimo nuestra relación, el nosotros. Y bueno, ya sabes que no estoy dispuesto a rendirme contigo, que no quiero tirar la toalla y que quiero luchar por ti hasta que me muera.
Muchas veces me has preguntado el porqué quiero estar contigo, porque sigo ahí siempre. Pues... Simplemente he elegido estar contigo para siempre porque es lo que me hace sentirme vivo, lo que me hace tener ilusión pese a que haya veces en las que me hunda. Pero no siempre puedo permanecer arriba cuando te veo abajo o cuando se me acumulen mi propio mal estar. Pedirte que estés animada y que tengas ganas de estar bien sé que es imposible y una auténtica locura. Porque no va a pasar tan fácil, porque te conozco, porque sé lo que tienes a tu alrededor y lo que tienes en tu cabecita. Esa cabeza que comete las locuras que me hicieron enamorarme aún más de ti. Y creeme que tengo la necesidad de animarte, de estar a tu lado, abrazarte y susurrarte al oído que conmigo a ti lado no va a pasarte nada, que puede acabarse el mundo que yo haré que tú y yo sigamos adelante. Contigo quiero cumplir los imposibles y romper los límites de lo normal.
No sé. Eres el sueño de mi vida, lo que siempre he querido tener. No sé lo que me pasa contigo, tampoco quiero saberlo. Simplemente lucho por tenerte, por lo que quiero y por lo que sé que quiero que tener siempre.
No sé como te tomarás lo que te digo, pero solo intento decirte lo que pienso, lo que siento y sobre todo... Recordarte que gracias a ti sé lo que es el amor de verdad, lo que es la felicidad y el querer compartirlo todo con alguien. Gracias por darme la vida, y perdoname por todo lo de esta semana, pero sobre todo por no poder abrazarte antes de dormir, ni poder darte un beso de buenas noches. Te quiero muchísimo Arancha Vilar. Y quiero compartir el resto de mi vida contigo.