Días como hoy me pregunto para qué cojones estoy vivo. Si lo único que puedo sacar en claro es que puedo llegar a ser un estorbo. Bueno, y que todo duele aunque pase más de una vez.
Y es que joder. Intento, intento tener muchas veces buena cara, buen humor y buenas palabras. Pero mis únicos pensamientos son de rabia, furia y frustración. Sé que el que te de coraje algo y te enrabiete no es nada bueno. Pero pero aún es mantenerlo callado, guardarlo dentro de ti y dejar que se vaya acumulando. Porque al fin y al cabo acabará explotando. Y puede que hoy, hayan explotado cosas que permanecían ahí guardadas.
No es difícil de imaginar la sensación que se tiene cuando uno con toda su buena intención del mundo se dirige a alguien para preguntarle sobre algo que ha visto, leído o que está esperando a que suceda, y que de repente la respuesta que se obtenga sea "uno/a". De verdad, da rabia y enfurece obtener esa respuesta. Porque es como si te acabasen de dar una hostia en toda la cara con una pelota de fútbol. No lo haces para obtener esa respuesta, no preguntas para saber algo que ya sabes, que es uno. Pero meh. Es algo que da igual, detalles que uno deja a un lado por su propia manera de ser. Y quizás es que yo sea especial y/o raro (que seguramente sea eso), pero yo lo veo como una manera de intentar mantener una conversación, como una manera de intentar relajar o levantar las cosas, depende del punto en el que se esté. Y en ese momento en el que te sientes así, directamente te destroza.
Porque no, joder no. Estoy harto y/o cansado de pensar que puede que no sea más que un intermediario entre esa persona y otra que llegará. No me gusta pensar que no valgo nada, que no importo y que todo el mundo estaría mejor si yo no siguiera respirando. Y a veces me dan ganas de dejar de hacerlo, por suerte son pocas y aún no he tenido los huevos de hacer nada. Por cobardía, por el que dirán si encima fracaso en mi intento. Por no preocupar o directamente por no querer que esas personas que hoy en día están a mi lado, a las que le importo (o eso creo) lo pasan mal por yo irme. Aunque eh, quizás todo sea imaginación mía y cuando me mueran hagan una fiesta y se alegren por el haber ido.
Si los fantasmas existen querré ser uno para darme cuenta de lo penoso y lamentable que he sido, por el saber por fin que mi vida no habrá tenido nunca sentido y que todo irá mejor sin mí.
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